En la primera visita de un pontífice al Palacio Nacional de México, Francisco dijo: "a los dirigentes de la vida social, cultural y política les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos (...) justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz".
La experiencia nos demuestra que el beneficio para unos pocos se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, el secuestro y la muerte", ha dicho el papa Francisco.
Su mensaje fue dirigido a sus anfitriones en México, un país golpeado por la violencia, la pobreza y la corrupción, que justo un día antes de la llegada del pontífice fue escenario de un motín que dejó 49 muertos en una cárcel en el estado de Monterrey (noreste).
Asimismo el pontífice ha advertido de que el privilegio de unos pocos a costa de perjudicar el bien de los demás hace que la sociedad se convierta en un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte.
"La experiencia nos demuestra que el beneficio para unos pocos se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, el secuestro y la muerte", ha dicho el vicario de Cristo.
Su mensaje fue seguido a través de pantallas gigantes por millares de fieles que se apostaron en el céntrico Zócalo, una plaza construida sobre las ruinas de templos prehispánicos y donde se encuentran la catedral y el Palacio Nacional.
En cambio, el discurso del gobernante mexicano se centró más en reconocimientos al papa y temas globales, aceptando los problemas que el sistema capitalista ha causado en la humanidad.
“Estamos en una era en la que se podría alimentar a toda la población mundial y, sin embargo, aún millones de personas padecen de hambre y mueren”, dijo el mandatario.
La presencia del papa en el Palacio Nacional en la Ciudad de México fue un gesto simbólico en un país devoto, pero con una larga tradición laica y que apenas en 1992 restableció relaciones diplomáticas con el Vaticano.
La religión católica en esa nación ha pedido fuerza por los casos de sacerdotes pederastas que, durante años, se ocultaron al público.
La visita del papa a México fue buscada con insistencia por el Gobierno de Peña Nieto, que ha sido blanco de fuertes críticas por la situación de derechos humanos en el país y casos como la desaparición y masacre de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
aaf/nii/