El ministro japonés de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, tachó de "improductiva y falsa" la alegación del viceministro de Exteriores ruso, Igor Morgulov, y la consideró "inaceptable" y contraria a un acuerdo bilateral para mantener conversaciones sobre las islas.
"Espero un diálogo constructivo y no un argumento público. Me gustaría instar a Rusia a tratar de manera constructiva este asunto para el desarrollo de las relaciones entre Tokio y Moscú”, señaló Kishida, respecto a la controversia que mantienen ambos países por la soberanía de las islas Kuriles, controladas por Rusia y reclamadas por Japón.
Espero un diálogo constructivo y no un argumento público. Me gustaría instar a Rusia a tratar de manera constructiva este asunto para el desarrollo de las relaciones entre Tokio y Moscú”, afirmó el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida
De acuerdo con los funcionarios de la Cancillería nipona, el director general de la Oficina de Asuntos Europeos de este Ministerio, Hajime Hayashi, convocó al embajador ruso en Tokio, Evgueni Afanasiev, para expresar su fuerte protesta contra el asunto.
En junio, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, ordenó duplicar las construcciones en instalaciones militares en las islas Kuriles.
El mes de agosto, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, declaró que un grupo de las fuerzas de combate avanzadas debería ser desplegado en las islas Kuriles.
El premier ruso hizo estas declaraciones en un viaje con el objetivo de asistir a un foro e inspeccionar las infraestructuras que Moscú construye en la isla, señala la agencia rusa Sputnik.
Esta medida ha provocado la indignación de Tokio, de tal modo que Fumio Kishida, envió una nota de protesta a Evgueni Afanasiev, según la agencia Kyodo.
Rusia y Japón no lograron firmar un tratado de paz permanente desde el fin de la II Guerra Mundial (1939-1945), ya que Tokio lo condiciona a la devolución de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai).
Tokio argumenta su petición según el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia en 1855. La parte rusa, en cambio, se basa en varios acuerdos internacionales para alegar que estas islas fueron traspasadas a la Unión Soviética (URSS) tras la II Guerra Mundial.
Por su lado, Moscu sostiene que estos territorios pertenecen a la Federación Rusa como sucesora legal de la URSS.
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