El Parlamento nipón, en una sesión celebrada el lunes, refrendó por unanimidad una resolución de protesta contra la prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) Hwasong-15 por Pyongyang el martes pasado, que cayó cerca del territorio japonés.
La resolución aprobada en el órgano legislativo japonés señala que el lanzamiento ha vuelto a mostrar la insistencia del Gobierno de Kim Jong-un en seguir adelante con su programa nuclear y de misiles.
Entre tanto, alerta de que los misiles de Corea del Norte son “una amenaza inminente, significativa y sin precedentes contra la seguridad de la región”. Son “un desafío frontal”, aduce.
Los misiles de Corea del Norte son una amenaza inminente, significativa y sin precedentes contra la seguridad de la región”, advierte el Parlamento japonés.
El premier de Japón, Shinzo Abe, en declaraciones ante el Parlamento, calificó de “sin sentido” dialogar con la dictadura norcoreana, y llamó a incrementar la presión a Pyongyang para que desista de su programa nuclear.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur anunció el jueves que el Hwasong-15 que lanzó Pyongyang es un misil desarrollado de forma completamente nueva y no una versión mejorada del Hwasong-14. Dicho Ministerio estima que el Hwasong-15 es más potente aun que sus predecesores. Tras el lanzamiento, el líder norcoreano aseguró que dicho misil podría golpear cualquier lugar de Estados Unidos.
Tras ese lanzamiento, Tokio, Seúl y Washington intensificaron sus “hostilidades” hacia Corea del Norte, realizando maniobras de fuego real en la península coreana, y solicitaron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para estudiar nuevas medidas punitivas contra Pyongyang.
Corea del Norte insiste en que realiza sus pruebas nucleares y balísticas como parte de su “derecho a la autodefensa” ante la “hostilidad” de EE.UU. y sus aliados en la región.
mnz/nii/