La decisión se produce en medio de la tensión generada por la muerte de una mujer japonesa en Okinawa, presuntamente a manos de un infante de marina estadounidense, y tras el aumento del rechazo a la presencia norteamericana en esta isla nipona.
"Respetamos los sentimientos de los okinawenses que piensan que nuestra huella debe reducirse", ha afirmado el comandante estadounidense de la isla, el teniente general Lawrence Nicholson, en una rueda de prensa, citado este viernes por la agencia Reuters.
Respetamos los sentimientos de los okinawenses que piensan que nuestra huella debe reducirse", ha afirmado el comandante estadounidense de la isla, el teniente general Lawrence Nicholson, en una rueda de prensa
Según este informe, el Ejército de EE.UU. retornará a las autoridades japonesas un total de 4000 hectáreas de tierra, lo que equivale a un 17 por ciento del terreno de la isla, ubicado en el sur del del archipiélago asiático.
Las protestas masivas contra la presencia estadounidense aumentó cuando Franklin Shinzato, un trabajador de la base estadounidense de Okinawa (sur del país asiático), fue arrestado el mes pasado por su implicación en el asesinato de una joven de 20 años que vivía en la isla.
No obstante, el arresto en marzo de un marino estadounidense que había violado a una mujer nipona en un hotel de la ciudad de Naha, capital de Okinawa, desató una nueva ola de protestas, tanto en la isla como en el resto del país, donde se ha exigido sistemáticamente la retirada de los militares estadounidenses del territorio nipón.
En 1995, el secuestro y la violación de una niña japonesa de 12 años de edad en Okinawa por tres militares estadounidenses también provocó protestas masivas en la isla, lo que llevó a Washington a prometer esfuerzos para fortalecer la disciplina entre sus tropas desplegadas en Japón para prevenir este tipo de delitos.
La isla de Okinawa se considera la base militar más estratégica del Gobierno de Washington en Asia, especialmente por su cercanía al Mar del Sur de China.
A pesar de representar solo el 0,6 por ciento del territorio nacional japonés, Okinawa alberga el 74 por ciento de las instalaciones militares de EE.UU. y a más de la mitad de los 47.000 soldados estadounidenses desplegados en Japón.
La cesión de terrenos sería la más grande desde que Okinawa dejó de estar formalmente ocupada en 1972.
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