El Tribunal Supremo Federal de Irak ha rechazado este miércoles una demanda de disolver el Parlamento, planteado por el Movimiento Sadr, liderado por el clérigo Muqtada al-Sadr, considerando que el Legislativo solo debe disolverse si se considera que no ha cumplido sus obligaciones.
Además, ha indicado que los diputados representan al pueblo y no pueden ser motivo para obstruir la cuestión de los intereses nacionales ni amenazar la seguridad del pueblo iraquí.
“La estabilidad del proceso político en Irak requiere que todos respeten las disposiciones de la Constitución y no las excedan”, señala el Tribunal Supremo Federal en un comunicado, en el que también dice que el retraso para la formación de un gabinete en Irak “es una violación de las disposiciones de la Constitución”, informa la agencia local de noticias NINA.
Irak está inmerso en una crisis política desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2021. Durante los últimos meses, la injerencia extranjera y las divergencias entre los partidos políticos iraquíes, a las que se suma las medidas del líder sadrista, han obstaculizado la formación de un nuevo gobierno.
nkh/hnb
