El jefe de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos en la región sur de Irak, Mahdi al-Tamimi, afirmó el sábado que la fosa común de la también llamada Intifada Shabanie, es una de las mayores en las provincias del sur, y que la mayoría de los cadáveres pertenecen a niños y mujeres, según la agencia de noticias iraquí Buratah.
El titular iraquí, también, señaló que la primera fase de recuperación de los restos concluyó, pero que una segunda fase necesita más presupuesto.
Al-Tamimi, al referirse a la existencia de más de 40 fosas comunes en Basora, enfatizó en la necesidad de su protección, la identificación de los restos y, también, de cooperación de las organizaciones internacionales para las actividades de excavación y documentación.
El Gobierno de Irak intenta establecer instituciones eficientes, a fin de documentar los crímenes del régimen baasista de Saddam Husein, exdictador iraquí, en las provincias de Basora, Di Car (sur), Mesena (sureste) y Mutana (sur); además de poner en marcha cursos de enseñanza para estas instituciones con la cooperación de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (ICMP, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Derechos Humanos de Irak, agregó.
El pasado mes de abril, descubrieron otra fosa común cerca del río Shat al-Arab (Arvand), con cadáveres de 200 personas que, también, fueron víctimas de las violaciones del exdictator iraquí contra su pueblo, durante las revueltas de 1991.
Este levantamiento empezó días después del fracaso del régimen de Saddam en la guerra de Kuwait. Los chiíes y los kurdos iraquíes tomaron el control de muchas de las ciudades, por lo tanto, el régimen baasista, con la luz verde de los Estados Unidos y la banda terrorista Muyahidin Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) inició la represión del pueblo iraquí.
Durante estas represiones brutales, miles de personas perdieron la vida y unos 2 millones se vieron desplazadas.
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