El emisario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Irak, Jan Kubis, ha informado este sábado de que entregó el jueves una propuesta al presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, para que este renuncie a la consulta que se realizará el próximo 25 de septiembre.
“Hay una oferta, si [los kurdos] aceptan esa alternativa, habrá negociaciones (…) estructuradas, sostenidas, intensivas”, ha anunciado Kubis, que espera recibir una respuesta de Barzani en “dos o tres días”.
Según ha detallado Kubis, el organismo que representa ayudará al Kurdistán a lograr un acuerdo con Bagdad, celebrando inmediatamente “sin condiciones previas” unas negociaciones “sobre los principios y normas que definirán las futuras relaciones y la cooperación entre Bagdad y Erbil”.
Hay una oferta, si [los kurdos] aceptan esa alternativa, habrá negociaciones (…) estructuradas, sostenidas, intensivas”, informa el emisario de la ONU en Irak, Jan Kubis, en relación con la decisión del Kurdistán iraquí de celebrar un referéndum independentista.
Ambas partes deberán concluir sus diálogos en un plazo de dos o tres años y podrán pedirle a la ONU, “en nombre de la comunidad internacional”, que medie “tanto en el proceso de negociación como en la aplicación de las conclusiones y resultados”.
Ayer viernes, la mayoría de los diputados del Parlamento del Kurdistán iraquí, 65 de los 111, dieron luz verde al referéndum, a pesar de que el Gobierno central de Irak se ha opuesto al plan secesionista, considerándolo inconstitucional.
Además, Bagdad argumenta que esta medida de los kurdos iraquíes va en contra de los intereses del país, que intenta expulsar al grupo terrorista de Daesh (acrónimo árabe del EIIL) de los territorios que aun controla.
A principios de esta semana, el Parlamento iraquí aprobó medidas para que su primer ministro, Haidar al-Abadi, mantenga la unidad del país, en caso de un ‘sí’ a la independencia del Kurdistán iraquí.
Muchos países regionales y occidentales han manifestado su oposición a la eventual independencia del Kurdistán de Irak, pero el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, apoyó abiertamente la medida.
Varios expertos y medios de comunicación dicen que el régimen de Tel Aviv habría alcanzado un ‘acuerdo secreto’ con las autoridades kurdas para colonizar la región del Kurdistán de Irak con 200 000 judíos.
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