“Según la información de la que disponemos, el pasado miércoles 232 civiles fueron ejecutados a balazos”, afirmó el viernes la portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ravina Shamdasani, difundió el diario estadounidense The New York Times.
Entre las víctimas, sostuvo, figuran 190 antiguos agentes de seguridad iraquíes encarcelados a manos de los terroristas en Mosul, ciudad sita en el norte de Irak. Shamdasani asumió que la cifra de las personas ejecutadas en los últimos días podría ser mayor.
El grupo terrorista Daesh sigue hablando el idioma del crimen y ejerce la crueldad contra los civiles”, denunció el presidente del comité de Derechos Humanos del Parlamento iraquí, Abdelrahim al-Shamri
En la misma jornada del viernes, el comité de Derechos Humanos del Parlamento iraquí emitió un informe en el que confirmó la matanza de 232 civiles por los terroristas, en momentos en que los armados se enfrentan a una amplia ofensiva iniciada el pasado 17 de octubre por las Fuerzas Armadas iraquíes por los frentes norte, este y sur de dicha ciudad, considerada el principal feudo de Daesh en Irak.
“El grupo terrorista Daesh sigue hablando el idioma del crimen y ejerce la crueldad contra los civiles”, denunció el presidente de este comité, Abdelrahim al-Shamri.
El funcionario iraquí precisó que los terroristas ejecutaron a 190 ciudadanos en la zona de Hamam Al-Alil, ubicada unos 25 kilómetros al sur de Mosul, después de secuestrarlos en diferentes partes de Mosul, la capital de la provincia de Nínive y en poder de los terroristas desde junio de 2014.
Otros 42 civiles, añadió, fueron fusilados por los extremistas en la localidad Al-Arish, también al sur de Mosul, tras ser acusados de “no ser leales” a la organización ultrarradical.
Al-Shamri solicitó al primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi, acelerar aún más las operaciones destinadas a recuperar las zonas ocupadas por Daesh para “poner fin a los actos terroristas contra los civiles desarmados”.
Tras sufrir centenares de bajas en sus filas desde el inicio de la gran ofensiva de Mosul, los terroristas han recurrido a detener a los civiles y utilizarlos como escudos humanos para frenar el avance relámpago de las tropas iraquíes.
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