El Canal 2 israelí informó el viernes que el lanzamiento del misil tierra-aire de medio alcance de MR-SAM, conocido como Barak 8, se llevó a cabo con la cooperación de la empresa pública industrias aeronáuticas israelíes (IAI) y la Organización india para la Investigación y Desarrollo en Defensa (DRDO, en inglés).
El proyectil fue disparado contra un blanco en movimiento desde una lanzadera móvil situada en la localidad costera de Chandipur, en el estado de Orissa (este de La India). El misil posee un radar para la detección de amenazas, seguimiento y dirección del proyectil, y eso le permite contrarrestar cualquier amenaza aérea, añadió la fuente.
Está previsto que Israel utilice el sistema para defender su infraestructura en el mar Mediterráneo ante los misiles y proyectiles lanzados por Hezbolá (Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano)", aseguró la televisión israelí
Asimismo, señaló que este misil, con un peso aproximado de unos 300 kilogramos, es capaz de derribar cualquier objetivo aéreo a una distancia de hasta 75 kilómetros.
"Está previsto que Israel utilice el sistema para defender su infraestructura en el mar Mediterráneo ante los misiles y proyectiles lanzados por Hezbolá (Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano)", aseguró la televisión israelí.
Igualmente, agregó que estos misiles, que se pueden instalar sobre los buques israelíes, también tienen la misión de defender las instalaciones petroleras del régimen israelí en el mar Mediterráneo de los cohetes y proyectiles disparados desde el lado sirio.
El régimen de Tel Aviv, de vez en cuando, realiza pruebas misilísticas so pretexto de aumentar su poderío defensivo ante las amenazas. Con fecha anterior, The Times of Israel informó que las fuerzas navales del régimen israelí probaban un nuevo sistema de misiles marítimos superficie-aire tras la instalación del antiaéreo ruso S-400 en Siria.
En los últimos meses, responsables israelíes han advertido del poderío militar de Hezbolá y de la amenaza que puede representar para su régimen. Algunos expertos políticos aseguran que exageran el peligro que supone Hezbolá para Israel a fin de legitimar una futura guerra contra el movimiento libanés
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