Durante la protesta, los manifestantes portaron mantas con frases escritas como “El fraude electoral no pasará”, “No más asesinatos selectivos” o “Libertad para los presos políticos”.
En un estrado levantado frente a la catedral colonial de la citada ciudad, el líder de la Alianza Opositora contra la Dictadura pronunció un discurso frente a miles de sus simpatizantes en el que afirmó que “la gente no aguantará la imposición para que se quede el dictador”.
“Tienen que respetar mi triunfo. Si no lo quieren respetar, el pueblo hará que se respete mi triunfo. Nosotros tenemos el objetivo de que el 27 de enero se imponga la voluntad popular, independientemente de lo que cuatro gatos quieren”, agregó Nasralla.
Asimismo, señaló que pretende ser el presidente de Honduras para bajar los impuestos y crear puestos de trabajo.
La gente no aguantará la imposición para que se quede el dictador”, afirmó el excandidato hondureño de las presidenciales del 26 de noviembre, Salvador Nasralla.
El expresidente Manuel Zelaya, que también estuvo presente en la manifestación, recordó que “la Presidencia (del país) la elige el pueblo, no la elige los militares, ni los gringos (estadounidenses), ni el Tribunal de elecciones”, además de advertir de que los hondureños tienen “derecho a la insurrección”.
El 17 de diciembre, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró ganador de los comicios presidenciales a Hernández, del derechista Partido Nacional, al obtener un 42,95 % de los sufragios frente a su rival Nasralla que logró un 41,42 % de los votos.
El anuncio provocó una serie de protestas en toda Honduras que dejaron al menos 30 fallecidos debido a la represión policial.
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