Y aunque la cifra es menor a la que se registra el año anterior en este mismo periodo de tiempo, no es lo suficiente para que este país de Centro América deje de ser visto como uno de los más violentos del continente.
Una vez asesinados se convierten en simples estadísticas, a nadie le interesa investigar el porqué o quien les mató.
Según el Observatorio Nacional de la Violencia, en los primeros cinco meses de este año unas 2100 personas han perdido la vida de forma violenta, a pesar de las cifras el oficialismo insiste en expresar que el combate a la delincuencia ha sido un éxito.
Las muertes se dan tanto en lugares desolados como en aquellos concurridos, a los autores materiales les da lo mismo ejecutar a sus víctimas en horas de la noche así como en las del día.
El Observatorio de la Violencia conforma sus cifras por medio de los homicidios que salen publicados en los medios de comunicación tanto televisivos como escritos, por eso hacen la aclaración que muchos de estos crímenes que se cometen en el país no salen publicados en los medios, por ello la cifra ofrecida puede aumentar.
Se calcula que cerca de 600 de estos desafortunados no pasaba de los 23 años, debido a esto se considera de alto riesgo ser un joven en Honduras. Cada fin de semana se reportan entre dos a cuatro masacres, en las cuales mueren de tres a cinco personas y estas pueden ser tanto en la ciudad de Tegucigalpa o San Pedro Sula.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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