“Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar este resultado [del balotaje] y ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia”, ha afirmado este viernes Arévalo, días después de que su partido, Semilla, fuera inhabilitado por la justicia.
Debido a la inhabilitación de Semilla, el partido no puede llevar a cabo ninguna actividad, como hacer declaraciones, recaudar fondos o aumentar su número de afiliados. Además, los 23 nuevos diputados del partido tendrán limitaciones en sus facultades, ya que no podrán formar un grupo parlamentario, presidir comisiones, participar en la elaboración de la agenda del Congreso ni tener asesores remunerados.
Arévalo ha señalado a la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, a un juez penal y a la Junta Directiva del Congreso, liderada por el partido oficial, como los responsables del plan de “golpe de Estado”.
“Estas acciones constituyen un golpe de Estado, que es promovido desde las instituciones que deberían garantizar la Justicia en nuestro país”, ha advertido.
A su juicio, el “golpe de Estado” se está llevando a cabo de manera gradual, a través de acciones fraudulentas, ilegítimas e ilegales en diferentes instituciones, con el objetivo de impedir que las autoridades electas, incluido el presidente, asuman el cargo.
Arévalo, quien obtuvo la victoria en la segunda vuelta de elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de agosto con el 58% de los votos con la promesa de una lucha decidida contra la corrupción, debe asumir el cargo el 14 de enero de 2024, reemplazando a Alejandro Giammattei. Esto marcará el fin de un periodo de 12 años de gobiernos de derecha.