Continúan, en Francia, las campañas electorales de los candidatos para las elecciones presidenciales del próximo 7 de mayo.
Los franceses no parecen muy entusiasmados a menos de un trimestre para los comicios. Hay poca confianza entre los ciudadanos hacia la clase política del país, por el abismo que se ha creado entre los políticos y el pueblo.
Según el sondeo realizado por la agenecia británica de noticias Reuters, la mitad de los votantes aún sigue indeciso. Las preocupaciones son diferentes. Para uno de cada 4 franceses, la alta cifra de desempleo es la prioridad. Mientras, para otros muchos, la integridad política del país, perjudicada por escándalos de corrupción, es la principal inquietud.
El escándalo de corrupción que rodea al candidato presidencial de Los Republicanos, François Fillon, ha dañado su popularidad.
Fillon habría pagado cientos de miles de Euros a su esposa Penélope, y a dos de sus hijos, por trabajos ficticios.
Las posturas ultranacionalistas y antieuropeas de la candidata presidencial del Frente Nacional, Marine Le Pen, parecen atractivas para algunos franceses. Según las recientes encuestas, Le Pen, sería la más votada en la primera vuelta de las elecciones. Sin embargo, las promesas de salir de la Unión Europea (UE), no parecen suficientes para llevarla al palacio del Elíseo.
Los sondeos pronostican que el candidato de la plataforma independiente en Marcha, Emmanuel Macron, ganaría la segunda vuelta de las elecciones con un 63 por ciento de votos, frente al 37 por ciento de sufragios que obtendría le Pen.
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