Un vídeo publicado el jueves por el programa francés Quotidien, muestra cómo los guardaespaldas de la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN) se echan encima de un periodista que preguntó a Le Pen sobre las recientes revelaciones causantes del último escándalo en su campaña.
Es decir, la supuesta malversación de 340.000 euros de los fondos que recibió en su dotación como eurodiputada por un trabajo injustificado de una de sus asistentes. La política francesa habría desviado hasta 298.500 euros para pagar a su jefa de gabinete, Catherine Grisset, y otros 41.554 euros para el sueldo de Thierry Leger, que no es asistente parlamentario de Le Pen, sino su guardaespaldas.
Señora Le Pen, discúlpeme, ¿es verdad que contrató a su guardaespaldas, ese de ahí, como su asistente personal...?”, preguntó Paul Larrouturou, periodista de Le Quotidien, antes de ser agredido por los guardaespaldas de Marine Le Pen.
Un periodista del citado medio francés, Paul Larrouturou, que quería saber si alguno de sus guardaespaldas habría cobrado por un empleo ficticio, fue respondido el miércoles con golpes de los guardaespaldas que, según muestra la grabación, le conducen prácticamente a rastras hasta la puerta del edificio mientras el periodista grita “¡Dejadme, dejadme!”.
“Señora Le Pen, discúlpeme, ¿es verdad que contrató a su guardaespaldas, ese de ahí, como su asistente personal...?”, fue la pregunta que formuló Larrouturou, antes de ser agredido.
Aunque Florian Fillipot, el vicepresidente del FN, desmintió que el partido tuviera algo que ver con la agresión, responsabilizando a la empresa encargada de la seguridad, Larrouturrou ha identificado a un miembro del partido como la persona que ordenó a los guardas interrumpir a la fuerza su pregunta. “El hombre que da la orden para que nos echen trabaja para el Frente Nacional. Nos lo ha confirmado el Salón”, indicó.
Le Pen, en declaraciones a una entrevista publicada por el diario francés Le Monde, y en respuesta al escándalo, ha rechazado que piense en renunciar a su candidatura electoral, en caso de ser imputada: “Que un juez decida quién es candidato y quién no es el fin de la democracia”, ha insistido.
A pocos meses de las presidenciales francesas, Le Pen es la segunda candidata que se ve envuelta en un escándalo de corrupción y malversación. El candidato conservador François Fillon ya ha visto afectada su campaña electoral por el presunto empleo ficticio de su mujer por el que cobró 900.000 euros de dinero público.
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