“Amenazados con quedar bajo custodia policial, se los persiguió por discriminación económica. ¡Y justificaban esa acusación con que llevaran una camiseta de “Boicot a Israel (Boicot Apartheid Israel)”!, relata en su denuncia de lo ocurrido el Colectivo 69 de Apoyo al Pueblo Palestino.
El suceso se produjo el pasado viernes a orillas del río Ródano, donde la asociación había convocado el picnic —con su preceptiva autorización policial—, con la intención de dirigirse luego a la plaza de Terreaux, en Lyon (sureste), donde estaba previsto un concierto reivindicativo —también autorizado—.
Los participantes quedaron atónitos al ver, cuando acababan su almuerzo, llegar a la policía con un autocar, en el que embarcaron a “una cincuentena de militantes”, según la web local Lyon Mag.
Amenazados con quedar bajo custodia policial, se los persiguió por discriminación económica. ¡Y se justificaba esa acusación con que llevaran una camiseta de “Boicot a Israel (Boicot Apartheid Israel)”!, protesta el Colectivo 69 de Apoyo al Pueblo Palestino, en Francia.
La liberación de las decenas de personas, con abandono de su imputación, se produjo en el mismo día, al crecer el escándalo en las redes sociales, según Colectivo 69. Un último manifestante que había quedado retenido fue liberado a media mañana del sábado.
La rama local del Partido de Izquierda emitió, estando aún en comisaría los militantes, un comunicado de prensa para condenar las “detenciones injustificadas”, “recordar el derecho al boicot” y manifestar su apoyo a “las organizaciones que ejercen presión de forma no violenta para que Israel abandone su política de colonización”.
Igualmente expresó ayer sábado su “indignación” por la detención de “militantes anticolonialistas, solidarios con el pueblo palestino” la sección lionesa de la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP), que tacha en su comunicado a los Gobierno francés y occidentales de ser “cómplices” de los “crímenes israelíes”, que describe como “crímenes de apartheid, ocupación y bloqueo ilegal de la Franja de Gaza”.
La inmensa influencia de los lobbies sionistas en la política francesa, tanto interior como exterior, llevó en 2012 al aparato judicial galo a confirmar la prohibición local de los llamados a boicotear al régimen de Tel Aviv para no contribuir a financiar la ocupación de Palestina.
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