Park defendió en los tribunales su inocencia en el caso de corrupción de la "Rasputina", en la que ha sido su primera comparecencia ante los jueces y su primera aparición pública tras su arresto hace aproximadamente dos meses.
Con gesto tremendamente cansado, Park, que fue destituida como presidenta a raíz de esta trama el pasado 10 de marzo, entró esposada en la sala 417 de los juzgados del Distrito Central de Seúl, atestada de un público expectante.
Más de 500 personas, desde amas de casa a estudiantes o simpatizantes de la expresidenta, habían solicitado una de las 68 plazas otorgadas por sorteo al público para asistir a esta vista.
En esta primera sesión, que duró unas tres horas, la exmandataria conservadora, que encara penas hasta de cadena perpetua, rechazó los 18 cargos que se le imputan —entre los que destacan abuso de poder, coacción o filtración de documentos oficiales— ante los tres jueces que componen la corte, presidida por el magistrado Kim Se-yun.
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