Ondeando la bandera de su sindicato, la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC), los manifestantes han reclamado una subida de 10 % en sus salarios mensuales, con el lema “sueldos bajos, riesgos agravados”, además de pedir la retirada de la reforma laboral aplazada por el Gobierno galo.
Desde hace semanas, el Gobierno de François Hollande no ha conseguido frenar las protestas de la policía francesa. Esta vez, empleados de seguridad privada se han sumado a otros indignados por el Gobierno galo.
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