“Hoy Níger, ayer Malí, la República Centroafricana, Burkina Faso rechazaron a Francia, a las fuerzas francesas, a las empresas francesas”, aseguraron 94 parlamentarios franceses que firmaron la carta.
Los legisladores creen que la derrota de Francia en África Occidental allanó el camino para que los combatientes de Wagner, un grupo privado ruso, ingrese al continente.
Destacan que los líderes africanos han recurrido a las formaciones militares rusas para unir a la gente contra las “poder colonial”, admitiendo que las acciones anti-francesas podrían incluso tener lugar “en países conocidos por estar cerca de París, como Costa de Marfil o Senegal”.
“Hoy, la Francáfrica [término con el que se describe la estrategia de París para defender sus intereses en las antiguas colonias] de ayer ha sido reemplazada por el África rusa militar, el África china económica o el África estadounidense diplomática”, añadió la carta.
También urgieron al gobierno de Macron cambiar su política hacia África, “un continente amistoso, parece no entender más a Francia y cuestiona cada vez más su papel y su presencia”.
La tensión en torno a Níger ha aumentado tras el golpe de estado del 26 de julio, en el que la junta militar que tomó el poder retiró a los enviados diplomáticos de cuatro países, incluida Francia.
Mientras tanto, París instó a las nuevas autoridades nigerinas a “tomarse en serio” la amenaza de una intervención militar.
Lucha por la influencia en África Occidental
El golpe en Níger se ha convertido en una lucha por la influencia entre los rivales de Oriente y Occidente en África.
El presidente derrocado, Mohamed Bazoum, estaba a favor de Europa, sobre todo de Francia, país al que proveía importantes recursos, incluido el uranio.
El nuevo líder de Níger, el general Abdourahmane Tchiani, exjefe de la guardia presidencial, está alineado con Rusia y ya ha recortado las exportaciones de productos básicos a Francia.
La UE ya está muy involucrada en la disputa y trata de mantener sus lazos comerciales con Níger, mientras que Rusia también ha sido muy activa en la promoción de sus relaciones con los líderes africanos, ofreciéndoles grano gratis y fondos con descuento para centrales nucleares, entre otros.
El golpe pone en riesgo las centrales nucleares francesas
Francia posee 56 plantas nucleares. El derrocamiento de Bazoum en Níger ha preocupado a Macron que convocó un consejo de seguridad de urgencia.
Macron sabe muy bien que Francia necesita el uranio de Níger para hacer funcionar las centrales nucleares que suministran electricidad a todo el país.
París es la principal potencia energética nuclear en Europa. Además, más de la mitad de la producción –64,67 % del total de su electricidad– procede de la energía atómica.
El uranio es el principal combustible de los reactores nucleares de Francia, y Níger es el cuarto país del mundo con más reservas de uranio en su suelo.
En 2020, un tercio del uranio importado por Francia (34,7 %) provenía de Níger; Kazajistán representaba un 28,9 % y Uzbekistán un 26,5 %, según el Comité Técnico de Euratom (la agencia de la Comunidad Europea de la Energía Atómica).
El último aliado en el Sahel
Sin embargo, el interés francés y occidental por mantener controlado a Níger va más allá del vínculo económico y de abastecimiento de uranio.
Este país saheliano representa el último gran aliado occidental en la región, después de que las juntas militares de Mali y de Burkina Faso hayan expulsado a la política francesa de sus países y se hayan aproximado a Rusia.
mkh