Pese a nuevas preocupaciones a nivel mundial por la aparición de nueva variante de la COVID-19, denominada ómicron, se siguen registrando multitudinarias protestas en diferentes países del mundo contra las restricciones, confinamientos y las vacunas.
En Dinamarca, cientos de personas salieron a las calles en Copenhague, para expresar su enojo contra nuevas medidas, como el uso obligatorio de mascarillas en algunos lugares públicos y la vacunación de niños de entre cinco y once años.
Bruselas, la capital belga, también fue escenario de una movilización contra la vacunación obligatoria, pese a una fuerte presencia de fuerzas antidisturbios. Los manifestantes, portando pancartas en las que se leían frases, como “Bélgica Unida por la libertad”, denunciaban que la vacunación obligatoria viola la libertad de los individuos.
La marcha fue duramente reprimida por las fuerzas del orden, que trataron de dispersar a los manifestantes con cañones de agua.
En los últimos días, se intensificaron los actos de protesta contra las cuarentenas y las vacunas en diferentes partes del mundo, en medio de nuevas medidas anunciadas por los Gobiernos tras el surgimiento de la variante ómicron, altamente mutada, y que según la Organización Mundial de la Salud, presenta un riesgo global “muy alto” de propagación.
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