Kolésnikova, miembro del presídium del Consejo de Coordinación (CC) de la oposición bielorrusa, ha sido arrestada la madrugada de este martes cuando cruzaba la frontera con Ucrania: se disponía a abandonar Bielorrusia acompañada por el portavoz del CC, Anton Rodnenkov, e Ivan Kravtsov, secretario ejecutivo del mismo órgano opositor.
“Tenían todos los documentos formalizados con anticipación. Ellos mostraron sus pasaportes en nuestro punto fronterizo y los oficiales de aduanas y los guardias fronterizos les dejaron pasar. Luego debían pasar por un área de la frontera estatal y por el puesto ucraniano” entre los que hay unos 8-9 kilómetros, ha explicado esta misma jornada el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en una entrevista con medios rusos en Minsk.
Lukashenko ha señalado que los guardias fronterizos “les quisieron parar, pero su coche aceleró bruscamente” y uno de los dos colegas opositores de Kolésnikova la empujó “fuera del coche en marcha”, pero “nuestros guardias fronterizos, por supuesto, la detuvieron, como era de esperar […] y la enviaron al destacamento fronterizo”.
Asimismo, ha explicado que los otros dos, Rodnenkov y Kravtsov, lograron cruzar la frontera a través del puesto de Ucrania, pero los ucranianos los detuvieron y “estamos negociando con ellos para que nos los devuelvan”.
Debido a esa situación, la parte bielorrusa de la frontera actualmente está protegida con más patrullas fronterizas.
Estas detenciones tienen lugar en momentos en los que Bielorrusia es escenario de amplias protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales, en las que el actual presidente, es decir, Lukashenko, obtuvo el 80,1 % de los votos. La oposición bielorrusa denuncia un supuesto fraude en el proceso electoral y llama al diálogo.
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