Los cazas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), procedentes de bases aéreas de Lituania y Estonia, efectuaban una misión de patrulla aérea y se desplazaron para identificar y escoltar a un Tu-134 y un Su-27 rusos que volaban desde la región de Kaliningrado (entre Lituania, Polonia y el mar Báltico) hacia la parte continental de Rusia a través del espacio aéreo internacional del mar Báltico, ha informado este lunes el Ministerio de Defensa de Rusia.
El incidente tuvo lugar el pasado martes (11 de julio), ha agregado la Cartera, para después añadir que el transpondedor del Tu-134 estaba encendido y mantuvo contacto con los controladores regionales, si bien el Su-27 lo tenía apagado, según la agencia rusa de noticias Interfax.
Este tipo de incidentes ocurren con frecuencia en la zona. El pasado 21 de junio, un caza F-16 de la OTAN intentó acercarse a un avión ruso Su-27 en el que viajaba el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, sobre las aguas neutrales del mar Báltico.
Un informe elaborado por el think tank británico The Henry Jackson Society, con sede en Londres (capital), y difundido el viernes por la cadena de noticias estadounidense VOA, indica que a lo largo de 2016 la Alianza Atlántica tuvo que enviar aviones de combate para interceptar aviones rusos que se aproximaban en 800 ocasiones, cifra que es casi el doble de la de 2014.
Este mismo mes, la OTAN ha organizado en Rumanía, so pretexto de disuadir a Ruisa, una serie de ejercicios militares observados por el presidente rumano, Klaus Iohannis, y el jefe del Comité Militar del bloque militar, Petr Pavel (en una visita de dos días al país).
Rusia ha denunciado reiteradamente que el aumento de la presencia militar de la OTAN en Europa oriental socava la estabilidad y seguridad de la región. El propio Shoigu dijo en junio que los actos de provocación de la Alianza "suscitan sospechas mutuas y nos empujan a tomar medidas de represalia".
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