(La medida del régimen israelí) “marca una tendencia preocupante y plantea un desafío directo a la perspectiva de una solución de dos Estados viable, que es cada vez más difícil y puede volverse imposible”, ha advertido hoy miércoles la jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini, a través de un comunicado.
La nota se emite en reacción a que el régimen de Tel Aviv aprobara ayer martes la construcción de otros 3000 asentamientos ilegales en los territorios ocupados de Cisjordania.
(La medida del régimen israelí) marca una tendencia preocupante y plantea un desafío directo a la perspectiva de una solución de dos Estados viable, que es cada vez más difícil y puede volverse imposible”, dice la jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini.
Esta polémica medida se suma a la construcción de 2500 casas ilegales que se autorizaron el pasado 24 de enero en Cisjordania y otras 566 en Al-Quds (Jerusalén), aprobadas el pasado 22 de enero. Además, supone el tercer anuncio de nuevas construcciones en los territorios ocupados desde 1967 desde la llegada a la Casa Blanca del presidente estadounidense, Donald Trump.
Ante tales intentos por colonizar Cisjordania, Mogherini también ha asegurado que el bloque comunitario “se opone firmemente a esta política” de colonización, que es “ilegal en virtud del derecho internacional” y va “directamente” en contra de las recomendaciones del Cuarteto para la paz de Oriente Medio: la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la UE, Rusia y EE.UU.
Por su parte, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, condenó el martes la medida israelí, que tachó de muestra de “ceguera política y arrogancia del régimen de Israel”.
Tras denunciar que el régimen de Tel Aviv viola sistemáticamente los derechos de los palestinos, el funcionario palestino pidió a la comunidad internacional que no guarde silencio ante los crímenes de Israel.
Según Erekat, la mejor manera de protestar contra esta estrategia es denunciarla ante la Corte Penal Internacional (CPI).
Más de 570.000 colonos israelíes viven en 120 asentamientos ilegales construidos en suelo palestino ocupado desde 1967. La comunidad internacional considera “ilegales” estas colonias, pero el régimen de Tel Aviv ignora todo tipo de condena.
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