En declaraciones concedidas este jueves a la agencia local de noticias Efe, Rajoy ha pedido al presidente de Generalitat, Carles Puigdemont, que vuelva inmediatamente a la “legalidad” que, a su juicio, será “la mejor solución” para el conflicto entre Madrid y Barcelona para impedir “males mayores” en el futuro.
“¿Tiene una solución? Sí, y la mejor es la pronta vuelta a la legalidad y la afirmación a la mayor brevedad posible de que no va a haber una declaración unilateral de independencia, porque con eso además se evitarán males mayores”, ha señalado el Ejecutivo desde el Palacio de La Moncloa.
Al reiterar que la legalidad es lo que tienen en común todos los españoles en todas las comunidades autónomas del país, el jefe del Gobierno ha subrayado la importancia de la vuelta de “todas aquellas personas y gobernantes que han decidido por su cuenta y riesgo liquidar la ley y situarse fuera de ella” a este principio.
Rajoy ha enfatizado que toda la sociedad, incluidos los catalanes, los medios, los empresarios y los sindicatos piden lo mismo para evitar “males mayores” que tendría sus raíces en el proyecto “unilateral” del presidente catalán para declarar la independencia dentro de pocos días.
¿Tiene una solución? Sí, y la mejor es la pronta vuelta a la legalidad y la afirmación a la mayor brevedad posible de que no va a haber una declaración unilateral de independencia, porque con eso además se evitarán males mayores”, ha señalado el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
De todas formas, Rajoy ha asegurado que España superará esta situación porque ha vivido a lo largo de la historia momentos “muy difíciles” y siempre ha salido adelante.
La entrevista en la sede del Gobierno de España se produce un día después de la convocatoria de un “pleno ordinario excepcional” en el Parlament, que podría declarar unilateralmente la independencia de Cataluña.
Mientras Rajoy rechaza una propuesta relacionada con una mediación sobre Cataluña, Puigdemont abre la puerta a una declaración unilateral de independencia de España, después de que el 1 de octubre el 90 % de 2,2 millones de catalanes (42 % del censo) dijera ‘sí’ a una Cataluña soberana en forma de república en un referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional.
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