El terrorismo vuelve a golpear a Europa, esta vez en plena zona turística de la ciudad española de Barcelona. El grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) se ha atribuido la autoría del atentado.
A las cinco menos diez de la tarde del jueves, una furgoneta entró en el carril central de la parte alta de La Rambla y aceleró hasta el Gran Teatro del Liceo atropellando a cientos de peatones.
Según la Policía, el conductor de la furgoneta sigue libre y en búsqueda y captura. No obstante, dos personas, cuyas identidades no han trascendido, han sido detenidas por su vinculación ‘directa’ con el atentado. Se trata de un hombre de nacionalidad marroquí y otro nacido en la ciudad española de Melilla.
En relación con el atropello masivo el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, calificó el atentado de acto de dimensiones muy graves y lo condenó enérgicamente.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, por su parte, viajó a Barcelona para mantener una reunión con los altos mandos de las fuerzas de seguridad. En una rueda de prensa posterior, Rajoy reiteró la necesidad de una lucha global contra el terrorismo.
También anunció tres días de luto oficial como muestra de solidaridad con las familias de las víctimas; y señaló que el Gobierno catalán cuenta con el apoyo del Estado para poner ante la justicia a los responsables de este ataque.
El atentado de Barcelona recibió una respuesta unánime por parte de líderes europeos e internacionales, condenando la barbarie terrorista que se ha extendido durante los últimos años.
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