La lluvia y el viento no han supuesto un impedimento para que una marea humana, formada por unas 70 mil personas, protagonizara la tradicional marcha de principios de año a favor de los presos de la organización del País Vasco (ETA, por sus siglas en vascuence).
Marcharon hasta el ayuntamiento de Bilbao bajo el lema: ‘Los presos vascos a casa: derechos humanos, resolución y paz’.
Los manifestantes, entre ellos, familiares de los reclusos, pidieron que los cerca de 350 miembros y simpatizantes encarcelados de la banda armada, partidaria de la independencia del País Vasco, puedan cumplir sus penas cerca de su región natal.
Denunciaron la política del Gobierno español de dispersar a los prisioneros de ETA en algo más de 40 prisiones de todo el país para restringir su contacto.
Miembros de la coalición política de izquierda independentista País del Euskera Reunido (Euskal Herria Bildu, en vasco) y del partido Podemos Euskadi participaron en la manifestación organizada por la red ciudadana Sare.
‘Euskadi Ta Askatasuna’, mejor conocido como ETA, de ideología nacionalista vasca, anunció en octubre de 2011, el cese definitivo de su actividad armada tras la Conferencia Internacional de Paz de San Sebastián.
Eso tras 43 años de lucha armada. Así, apuesta por la vía política para avanzar hacia la independencia del País Vasco. Algo que desde Madrid es rechazado tajantemente.
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