"La política de doble rasero de Occidente sobre el programa nuclear del régimen sionista tiene consecuencias adversas para la seguridad regional y el Tratado de No Proliferación (TNP) de las armas nucleares", ha puntualizado el representante de Irán ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Reza Nayafi.
En declaraciones formuladas en la reunión estacional de la Junta de Gobernadores de la AIEA, celebrada este viernes en Viena (capital de Austria), Nayafi ha considerado el programa nuclear del régimen israelí como una amenaza no sólo para la seguridad de Oriente Medio, sino para el conjunto de la comunidad internacional.
La política de doble rasero de Occidente sobre el programa nuclear del régimen sionista (Israel) tiene consecuencias adversas para la seguridad regional y el Tratado de No Proliferación (TNP) de las armas nucleares", ha puntualizado el representante de Irán ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Reza Nayafi.
En este contexto, el representante iraní ha recordado la preocupación de los Estados miembros del Movimiento No Alienado (MNA), que han censurado en reiteradas ocasiones el programa nuclear israelí e instado a la comunidad internacional y a los organismos competentes a realizar un seguimiento serio y exhaustivo de la cuestión.
“Lamentablemente, el régimen israelí ha avanzando en su programa nuclear y militar en los últimos años, ignorando gracias al apoyo ciego de Occidente las legítimas demandas de la comunidad internacional y violando de manera flagrante todas las normas y reglamentos internacionales ", ha declarado Nayafi.
Por último, el representante persa ha exhortado a Occidente a suspender todo tipo de cooperación con el régimen de Israel y a dejar de proveerle de sustancias y equipos nucleares.
Hasta el año 2014, el régimen de Israel había fabricado ya unas 115 bombas atómicas con 660 kilogramos de plutonio producidos por su reactor nuclear de Dimona, según un estudio del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional de Estados Unidos, con sede en Washington (capital).
Cabe destacar que el régimen de Tel Aviv nunca ha permitido inspeccionar sus centros nucleares y hace oídos sordos a las llamadas internacionales para que suscriba el Tratado de No Proliferación Nuclear.
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