“El Reino Unido condena categóricamente el progreso, por parte de las autoridades israelíes, de los planes y licitaciones para (construir) los asentamientos en toda Cisjordania”, argumentó el jueves el viceministro británico de Asuntos Exteriores para Oriente Medio, Alistair Burt, en un comunicado.
Con estas palabras, el titular británico expresó la oposición de su país a dicho plan justo un día después de que el régimen de Tel Aviv aprobara la construcción de más de 1100 nuevas viviendas para colonos en la Cisjordania ocupada.
Nada más saber que casi la mitad de dicha cifra recibió luz verde para la construcción de los asentamientos, la Cancillería británica hizo un llamamiento al régimen de Tel Aviv para que “reconsidere estas propuestas”.
El Reino Unido condena categóricamente el progreso, por parte de las autoridades israelíes, de los planes y licitaciones para (construir) los asentamientos en toda Cisjordania”, ha argumentado el viceministro británico de Asuntos Exteriores para Oriente Medio, Alistair Burt.
Al igual que la gran mayoría de la comunidad internacional, el viceministro británico también ha tachado de “ilegales” las edificaciones israelíes “según derecho internacional”, puesto que están levantados en zonas donde rigen los Convenios de Ginebra que prohíben construir en territorios ocupados tras guerras.
Por otra parte, Burt considera que la insistencia de Israel en seguir desarrollando sus planes de construcción en los territorios palestinos socava “la viabilidad material” de la solución de dos estados.
Unos 600.000 colonos viven en los asentamientos ilegales construidos desde la ocupación israelí de los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén) en 1967.
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