“Reflexioné sobre mi posición y en consecuencia dimito como secretario de Defensa”, ha indicado Fallon en su carta de renuncia, dirigida a la primera ministra británica, Theresa May, en la que aclara también que seguirá siendo diputado.
Además, ha reconocido que su comportamiento no “está a la altura de los estándares exigidos a los miembros de las Fuerzas Armadas” británicas y, por ello, ha decidido dimitir de su cargo, según informa la agencia británica de noticias BBC.
El titular de Defensa, no obstante, ha desmentido “muchas” de las acusaciones en su contra aparecidas en los últimos días, aunque no ha precisado en qué hechos se basan estas imputaciones.
“En los últimos días ha salido a la luz una serie de acusaciones sobre diputados, incluidas algunas sobre mi conducta en el pasado. Muchas de ellas son falsas, pero acepto que en el pasado, quizás, no haya estado a la altura de los altos estándares requeridos en las Fuerzas Armadas que tengo el honor de representar”, ha escrito Fallon.
Reflexioné sobre mi posición y en consecuencia dimito como secretario de Defensa”, indica el ministro británico de Defensa, Michael Fallon, en su carta de renuncia, dirigida a la primera ministra británica, Theresa May.
Esta renuncia se produce un día después de que el propio Fallon admitiera y se disculpara públicamente el martes por haberse, supuestamente, insinuado sexualmente a una periodista en una cena celebrada en el año 2002. La víctima en cuestión, Julia Hartley-Brewer, ha explicado que el ministro le puso la mano en la rodilla.
Fallon es de momento el político de más alto nivel en una “lista negra” que incluye a otros miembros del Gobierno de la premier británica y a 36 diputados del gobernante Partido Conservador británico.
Varios informes muestran que, en años recientes, ha aumentado la tasa de denuncias por intimidación y acoso contra las autoridades del Reino Unido, así como los delitos sexuales entre miembros del Ejército británico.
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