El piloto del avión no tripulado, que quería permanecer en el anonimato, realizó en julio el atrevido vuelo mientras el portaaviones HMS Queen Elizabeth con un valor de 3.1 billones y un peso de 65.000 toneladas estaba atracado en el puerto Invergordon, Escocia, ha informado este domingo, el diario británico, Daily Mail.
Las grabaciones de la cámara del dron antes de aterrizar lo muestran cruzando la inmensa nave vacía. El piloto del aparato ha dicho que se "sorprendió que pudiera aterrizar en el portaaviones", decisión que tomó por dos razones.
La primera era que no había nadie para que impidiera su aterrizaje, aunque había policías de seguridad en los barcos pequeños que saludaban al dron, y la segunda porque recibió según ha explicado, una advertencia de viento y “mi sistema de control me aconsejó aterrizar”, ha dicho.
Pensé que la única ley que había roto era que volé sobre un barco que no tenía control sobre él", dice el piloto del aparato.
Después de despegar de nuevo de la nave, el piloto voló el aparato de nuevo a Newhall Point en Black Isle en Highland, de donde despegó. "Pensé que la única ley que había roto era que volé sobre un barco que no tenía control sobre él", añade el piloto.
Tras el suceso, el parlamentario escocés Jamie Stone dijo al diario británico que estaba preocupado por las faltas comprometedoras de seguridad de la nave militar más grande del Reino Unido y que consideraría plantear una pregunta en el Parlamento de Escocia al respecto.
La construcción del portaaviones HMS Queen Elizabeth con la capacidad de albergar 40 aviones de combate comenzó en 2008, en 2014 fue botado y se prevé que entre en servicio oficialmente en 2020.
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