La primera ministra británica, Theresa May, rechazó tomar parte en el debate televisado con el líder laborista, el principal partido de la oposición, Jeremy Corbyn, y otros candidatos de las elecciones legislativas del 8 de junio. Corbyn vio en esta decisión otro signo de debilidad de May.
El Brexit, la migración y la seguridad fueron algunos temas de debate, pero el tema central fue la ausencia de la premier.
Todos piensan que evadió el encuentro para no tener que responder a las críticas y la falta de credibilidad de su Gobierno
May, que había considerado que los debates en que los políticos se pelean entre sí no ayudan en nada al proceso electoral, estuvo representada por su ministra de Interior, Amber Rudd, quien estuvo en general a la defensiva.
Theresa May adelantó las elecciones parlamentarias de 2020, con la intención de aumentar la mayoría absoluta del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes para negociar con más poder la salida de la Unión Europea (UE).
Pero una proyección de los resultados elaborada por el instituto de opinión YouGov, sugiere que May puede perder la mayoría parlamentaria. Prevé que los conservadores podrían perder 20 escaños y los laboristas ganar 30, unas cifras que abrirían la puerta a un gobierno de coalición de la oposición.
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