“La reina sigue recuperándose de un fuerte catarro y permanecerá en casa para contribuir a esa recuperación”, ha hecho saber el Palacio a través de un comunicado en el que se aseguraba que la monarca sí participaría en “las celebraciones navideñas de la familia real a lo largo del día”.
De esta manera, los curiosos que han afrontado el frío londinense para divisar a la reina durante la ceremonia se han visto frustrados por su primera ausencia desde 1988.
La reina sigue recuperándose de un fuerte catarro y permanecerá en casa para contribuir a esa recuperación”, comunica el Palacio de Buckingham.
El malestar de Isabel II, de 90 años de edad, ya la había obligado el jueves a cancelar un viaje en tren a sus posesiones de Sandrignham (este) junto a su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, de 95 años, obligándolos a desplazarse en helicóptero. El día antes se había pospuesto el mismo viaje por la enfermedad.
A la misa sí han podido asistir el consorte real junto con otros parientes regios como el príncipe heredero Carlos, su esposa Camilla y el príncipe Eduardo, acompañado por su familia.
El martes se anunció que Isabel II dejará de apadrinar en los próximos meses, antes de su 91º cumpleaños en abril, 25 organizaciones de rango nacional que pasarán a ser regidas por otros miembros de la familia real.
Según datos oficiales, la reina británica apadrina en la actualidad más de 600 organizaciones caritativas. Es raro además que anule desplazamientos por razones de salud entre los “centenares” de actos a los que asiste anualmente, según la agencia francesa de noticias AFP.
Isbael II se convirtió en octubre, con la muerte del rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, en el monarca de más largo reinado en el trono.
La popularidad de la reina británica podría estar declinando, a juzgar por las 145.000 firmas recogidas por una petición que critica los gastos desorbitados de la familia real.
La reivindicación comenzó a circular por Internet después de que el Gobierno de la actual primera ministra, Theresa May, dispusiese 369 millones de libras del presupuesto público para restaurar el palacio de Buckingham.
La casa real británica es propietaria de unas 140.000 hectáreas de tierra por todo el Reino Unido y su asignación presupuestaria anual ha sido aumentada en el último ejercicio a 45,6 millones de libras, registrando un incremento del 47 % en 5 años.
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