“Tratamos de hacer lo que sea para asegurarnos de que el trabajo hecho por Arabia Saudí sea adecuadamente enfocado”, puntualizó el lunes el jefe del Ejecutivo británico en declaraciones a la emisora local BBC Radio.
Tratamos de hacer lo que sea para asegurarnos de que el trabajo hecho por Arabia Saudí sea adecuadamente enfocado”, puntualizó el premir británico, David Cameron.
En relación a la exportación de armamentos al país rico de petrolero, Cameron opinó que su Gobierno realiza “los controles más estrictos” para asegurarse de que estén debidamente utilizados.
“Nuestras relaciones con Arabia Saudí son importantes para nuestra propia seguridad”, sostuvo Cameron, si bien manifestó su preocupación por programas de entrenamientos educativos de carácter wahabí fundados por el régimen de Riad en el Reino Unido ya que esta corriente apoya la promoción del pensamiento extremista en este país europeo.
Previamente, la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, por sus siglas en inglés) reveló en un informe que Londres ha autorizado la venta de más de 8 mil millones de dólares en armas a Riad desde que Cameron asumió el cargo en 2010.
En diciembre pasado, Amnistía Internacional (AI) afirmó que el Gobierno del Reino Unido viola las leyes internacionales vendiendo armas a Arabia Saudí que las usa para sus ofenvisa en Yemen, iniciadas en marzo de 2015.
También, la organización humanitaria internacional Oxfam denunció que la venta de armas del Reino Unido a Arabia Saudí agudiza la situación en Yemen, donde los civiles atraviesan “una de las mayores crisis humanitarias del mundo”, según su director ejecutivo, Mark Goldring.
Conforme a las últimas estadísticas de las Naciones Unidas, esta guerra ya ha dejado más de 32.000 víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles.
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