El rotativo Yediot Ahronot anunció el martes que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) ha atacado con al menos 7500 misiles y cohetes las posiciones del ejército israelí y los asentamientos judíos en el norte de la Palestina ocupada desde el inicio de la guerra israelí en Gaza.
La milicia élite libanesa, agrega el informe, también ha llevado a cabo operaciones con al menos 200 drones contra los territorios ocupados durante este período en solidaridad con el pueblo palestino, lo que ha causado enormes daños en equipos e instalaciones militares sensibles del régimen.
Los ataques de Hezbolá han dejado un saldo de 43 israelíes muertos, de los cuales 19 son militares, mientras que otros 271 han resultado heridos, detalla el rotativo.
Asimismo, la zona fronteriza norte de los territorios ocupados se ha ido vaciando por temor a ataques de Hezbolá, lo que llevó a decenas de miles de residentes de más de 40 comunidades allí a abandonar sus viviendas en octubre. Muchos de los colonos aseguran que nunca jamás volverán a sus ciudades una vez termine la guerra.
La poderosa milicia libanesa Hezbolá ha endurecido las operaciones en los últimos meses, realizando ataques cada vez más intensos y profundos en los territorios ocupados en respuesta a agresiones israelíes a las zonas residenciales en el sur de El Líbano y a los crímenes horrendos del régimen contra civiles palestinos.
Las operaciones se llevan a cabo mientras que el frente interno israelí espera con pánico un ataque de represalia de Hezbolá tras el asesinato del destacado comandante de la milicia Fuad Shukr por Israel en un Beirut ocurrido a finales de julio.
Algunos informes indican que Hezbolá, cuyo arsenal de misiles es mayor que muchos Ejércitos en el mundo, es capaz de disparar 5000 cohetes por día contra objetivos israelíes en caso de una guerra amplia.
Aunque Hezbolá ha dicho una y otra vez que no está interesada en una guerra amplia con Israel, ha asegurado que está totalmente lista para ella.
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