Hariri, que actualmente se encuentra en Arabia Saudí, ha sorprendido anunciando este sábado su renuncia en un discurso retransmitido por la cadena local de noticias Al Arabiya.
Su anuncio inesperado se produce desde Arabia Saudí, y a pocos meses de que se celebren las elecciones generales en El Líbano —previstas para el 6 de mayo de 2018—. Hariri, en 2016, fue designado por segunda vez primer ministro del país árabe, después de haber ocupado ese cargo entre los años 2009-2011.
El ya ex primer ministro libanés, que ha realizado una serie de visitas a Arabia Saudí para reunirse con altos mandos de dicho reino árabe, esgrime como razón de su renuncia los problemas de seguridad que asechan a El Líbano, asegurando que existen planes para asesinarlo y por eso ha decidido renunciar a su cargo.
Hariri, en su discurso televisado, ha arremetido contra las supuestas injerencias de Irán en los asuntos internos de los países árabes y criticado al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) por cooperar con el país persa en sus supuestos planes desestabilizadores.
Sus declaraciones se producen días después de su sorpresiva y no anunciada visita a Arabia Saudí, donde, según varias fuentes e informaciones, las autoridades de dicho país le presionaron y le exigieron que se distanciara del presidente libanés, Michel Aoun, y adoptara una postura hostil hacia Irán y Hezbolá.
Del mismo modo, fuentes del rotativo libanés Al-Akhbar aseguraron que Hariri visitó Arabia Saudí, tras haber sido “convocado” por las autoridades saudíes y que el ex primer ministro no tenía planes de antemano para viajar a Riad.
En los últimos años, con el fracaso de Arabia Saudí y sus aliados en su aventura militar en Yemen y las consecutivas derrotas de los grupos que apoyan en Siria, Riad ha empezado a ejercer presión contra varios actores regionales para tratar de limitar la influencia del llamado eje de la resistencia en el Oriente Medio.
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