En referencia a las nuevas sanciones impuestas el miércoles por la Cámara de Representantes de Estados Unidos contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), el número dos de este movimiento, el sheij Naim Qasem, ha indicado que Hezbolá se ha convertido en “el pan de cada día” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su Administración.
Ha añadido que Washington acusa a Hezoblá de “terrorismo” y le impone sanciones por su carácter de resistencia, según citan este sábado los medios.
El subsecretario general de Hezbolá ha reiterado que las medidas y las observaciones de las autoridades estadounidenses anti-Hezbolá también tienen sus raíces en el papel que desempeña este movimiento en la unificación del Ejército y la nación y en el poderío y la independencia del país, además de la restauración de un régimen político estable en El Líbano.
De igual modo, ha añadido, el movimiento libanés ha avivado la esperanza de una pronta liberación de los territorios palestinos que siguen en manos del régimen usurpador de Israel.
Qasem ha enfatizado que la resistencia libanesa ha impedido la materialización de los complots urdidos desde el Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, y ciertos países árabes.
El alto funcionario de Hezbolá ha criticado a los que arremeten contra el movimiento, con una mirada puesta en Israel y Estados Unidos, y se ilusionan con recibir amparos desde la Casa Blanca, tras ver fracasados sus proyectos.
La nueva medida estadounidense contra Hezbolá se produce en momentos en que los ejércitos de Siria e Irak, apoyados por esta corriente de Resistencia, han logrado liberar vastos territorios de las garras de la banda ultrarradical EIIL (Daesh, en árabe), mientras los informes cada día hacen más evidente que Washington brinda apoyo a diversos grupos terroristas que operan en esos países árabes.
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