• Un buque israelí pasa por la plataforma de producción de gas natural Tamar, en el mar Mediterráneo, durante un ejercicio militar, 27 de mayo de 2013.
Publicada: martes, 21 de marzo de 2017 18:04
Actualizada: jueves, 23 de marzo de 2017 0:38

El régimen de Israel busca intimidar a El Líbano a través de la ONU para paralizar un proyecto de licitaciones para una explotación petrolera y gasífera en aguas en disputa.

Según un informe publicado este martes por el portal israelí Globes, el régimen de Tel Aviv busca bloquear las licitaciones del Gobierno libanés para la explotación de recursos gasíferos y petrolíferos en cinco bloques de petróleo de los que tres se ubican en las aguas conjuntas, es decir, en las aguas que el país árabe comparte con los territorios ocupados palestinos.

De acuerdo con el reporte, estas aguas, que comprenden una extensión de unos 800 kilómetros, se las disputan El Líbano y el régimen israelí.

Al respecto, hace poco, el ministerio de asuntos judiciales israelí presentó una propuesta sobre la ley de territorios marítimos, mediante la cual, se trazan los límites de las aguas de este régimen, entre las que se incluyen la aguas que comparten El Líbano y los territorios ocupados palestinos.

El pasado mes de enero, El Líbano anunció la apertura de la licitación para desarrollar cinco bloques de petróleo en aguas territoriales libanesas.

El ministro de Estado para Asuntos de la Presidencia de El Líbano, Pierre Raffoul, a principios de enero, dijo que los sectores del petróleo y el gas son una de las prioridades gubernamentales del país árabe.

 

El Líbano ha enviado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una carta en la que rechaza el mapa presentado por el régimen de Israel con las fronteras marítimas entre ambos, ya que sostiene que le priva de 850 kilómetros cuadrados de sus aguas territoriales.

La frontera entre el régimen de Israel y El Líbano, terrestre y marítima, nunca ha sido delimitada porque los dos están formalmente en estado de guerra, aunque a través de la ONU se comenzó en 2000 la delimitación terrestre.

La marítima, tanto en lo que tiene que ver con las aguas territoriales como con las de explotación económica, se basa en acuerdos bilaterales alcanzados entre Chipre y El Líbano, y Chipre y el régimen de Israel.

En 2010, El Líbano presentó a la ONU una delimitación fronteriza con unas coordenadas que, conforme al régimen de Israel, contradice el acuerdo que ese país suscribió con Chipre en 2007.

Asimismo, el martes pasado, el ministro libanés de Energía y Agua, Cesar Abi Jalil, aseguró en una entrevista concedida al canal de televisión libanés Al-Mayadin que Beirut seguirá con la licitación para desarrollar los bloques de petróleo y gas hasta la fecha fijada, es decir, el mes de septiembre, y no perderá el derecho a reclamar lo que es suyo.

Por su parte, el régimen de Israel ha denunciado a Beirut ante la ONU mediante una nota oficial en la que pide al organismo internacional abordar el caso y mediar al respecto.

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