Según informó el sábado la agencia oficial de noticias de Egipto, MENA, Mursi fue condenado en sentencia definitiva por reprimir a manifestantes de la oposición durante los choques protagonizados el 5 de diciembre de 2012 entre sus partidarios y detractores a las puertas del palacio presidencial de Ittihadiya en El Cairo (capital).
El exmandatario también está condenado a muerte y a cadena perpetua por otros casos relacionados con espionaje y su huida de una cárcel.
Mursi, dirigente de los Hermanos Musulmanes (HHMM) y encarcelado en la prisión de Burg al Arab, en el noreste de Egipto, ha negado siempre los cargos y ha destacado que sigue siendo el “presidente legítimo” de Egipto.
Además, varios dirigentes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos Essam el-Erian, vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) -brazo político de los HHMM-, y el miembro de su Ejecutiva Mohamad al-Beltagui fueron sentenciados a la misma pena.
El medio citado recordó que los fallos del Tribunal de Casación no son apelables.
Mursi, derrocado en julio de 2013, ya fue condenado a muerte, a cadena perpetua y a 20 años de cárcel en tres procesos judiciales distintos.
Desde el derrocamiento de Mursi, las autoridades egipcias, con el aval del actual presidente, Abdel Fatah al-Sisi, han reprimido violentamente a los simpatizantes de los HHMM. Cientos de miembros del grupo han recibido desde entonces penas de muerte y de cadena perpetua por diversos cargos.
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