“Egipto está dispuesto a desempeñar un papel con fidelidad y responsabilidad para zanjar esta crisis”, afirmó el martes Al-Sisi en un discurso ofrecido en una conferencia sobre infraestructuras en la ciudad de Assiut (360 kilómetros al sur de El Cairo).
A su juicio, la creación de un Estado palestino, con garantías de seguridad y estabilidad para las dos partes, llevaría a la región a una nueva era.
Egipto está dispuesto a desempeñar un papel con fidelidad y responsabilidad para zanjar esta crisis, afirmó el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi.
"Les digo a nuestros hermanos palestinos, las diferentes facciones debéis uniros para lograr la reconciliación y hacerlo rápido. Nosotros como Egipto estamos preparados para asumir este papel. Es una oportunidad real para encontrar la esperada solución", sostuvo el mandatario egipcio.
"Si somos capaces de resolver la cuestión de nuestros hermanos palestinos ello acercaría la paz (...) le pido a los dirigentes israelíes que permitan que este discurso sea difundido en Israel una o dos veces ya que es una verdadera oportunidad", afirmó.
La propuesta de Al-Sisi se produce unas horas después de que el presidente francés, François Hollande, pospusiera hasta el verano la conferencia internacional de paz para el Oriente Próximo, en la que están invitados países occidentales y árabes.
Después de tres años de interrupción, israelíes y palestinos retomaron las llamadas negociaciones de paz en julio de 2013, con la mediación de Estados Unidos, pero no hubo acuerdo por el obstruccionismo de la parte israelí.
Los palestinos, no obstante, no ven con buenos ojos volver a la mesa de conversaciones con el régimen de Tel Aviv, y para ello exigen al régimen israelí dos condiciones: suspender las construcciones ilegales de asentamientos y acabar con la ocupación.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la mayoría de los países consideran los asentamientos israelíes como ilegales, porque se han erigido en territorios palestinos ocupados por Israel en la guerra de 1967 y están, por lo tanto, sujetos a los Convenios de Ginebra que, de hecho, los prohíbe.
Más de medio millón de israelíes viven en 120 asentamientos ilegales construidos desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y el este de Al-Quds (Jerusalén).
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