Así lo informó el lunes un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato manifestando que el FBI ha detectado las infiltraciones en los sistemas de registro de votantes de Illinois (centro-este) y Arizona (suroeste) y ha instado a todos los estados a aumentar la seguridad de los computadoras de cara a las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre, según anuncia la agencia británica de noticias Reuters.
Acceder a la información de una base de datos de votantes, la mayoría de los cuales están accesibles al público, necesariamente no sugiere un intento para manipular los votos. Al registrarse, los votantes suelen proporcionar sus nombres, direcciones, números de licencia o identificación del conductor además de afiliaciones al partido político.
Citando a un funcionario electoral del estado, Yahoo News anunció que el sistema de registro de votantes de Illinois fue cerrado durante 10 días a finales de julio después de que los piratas informáticos descargaran los datos personales de hasta 200.000 votantes.
El ataque cibernético a la base de datos de Arizona era más limitado y ocurrió por la instalación de un software malicioso en el ordenador de un empleado del estado, según Matt Roberts, el director de comunicaciones de la oficina de secretario del estado de Arizona.
En junio, esta oficina informó de un ataque cibernético tras haber sido contactado por el FBI, lo que llevó a cerrar temporalmente su sitio de elección para hacer frente a una amenaza potencial. Roberts manifestó que era incierto si la advertencia del FBI fue en referencia a ese mismo incidente de junio.
Los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos en reiteradas ocasiones han expresado su preocupación de la posibilidad de que los hackers patrocinados por Rusia u otros países intenten interrumpir las elecciones presidenciales.
Los funcionarios y los expertos de la seguridad informática dicen que las recientes filtraciones de información del Partido Demócrata probablemente fueron llevadas a cabo por personas dentro del Gobierno ruso, alegato rechazado por las autoridades de Moscú.
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