• El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby.
Publicada: sábado, 9 de julio de 2016 0:18
Actualizada: jueves, 16 de marzo de 2017 7:43

Washington expulsó a dos funcionarios rusos tras el ataque a un diplomático estadounidense en las puertas de la sede consular en Moscú por un policía en junio.

"El 17 de junio expulsamos a dos funcionarios rusos de Estados Unidos en respuesta a ese ataque", ha informado este viernes el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.

La expulsión se produce luego de reclamos de Washington sobre lo que considera una campaña creciente de acoso e intimidación a los diplomáticos estadounidenses y a sus familias en la capital moscovita.

El 17 de junio expulsamos a dos funcionarios rusos de Estados Unidos en respuesta a ese ataque", ha informado este viernes el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby.

En la noche del 6 de junio, un taxi aparcó frente a la embajada de EE.UU. en Moscú y un diplomático estadounidense salió del vehículo. Acto seguido un guardia del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso), interceptó a este tirándole al suelo. Durante la pelea, el estadounidense logró arrastrarse dentro de la sede diplomática, pese a los intentos del policía ruso por inmovilizarlo

 

En este sentido, Kirby ha explicado que el 6 de junio un policía ruso atacó a un diplomático acreditado cuando regresaba a la sede de la embajada de Estados Unidos, luego de que el funcionario se hubiera identificado.

El portavoz ha añadido que el diplomático en ningún momento provocó ni atacó al policía ruso, como sostienen altos cargos de la Cancillería rusa, y por ello la acción puso en riesgo a los empleados de la legación. Además ha afirmado que es simplemente falsa la justificación rusa respecto a que el policía estaba protegiendo la sede estadounidense.

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, por su parte, reaccionó y dio una versión distinta de los hechos, el 30 de junio pasado, asegurando que el diplomático estadounidense —como lo presentan las autoridades de Washington— era en realidad un agente secreto de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés), quien rechazó identificarse momentos en que estalló la pelea. Poco después Zajarova manifestaba que EE.UU. pretende destruir las relaciones bilaterales entre ambos países con tales actos.

Desde entonces, los cruces de acusaciones entre ambas Cancillerías no han parado. Recientemente el Ministerio ruso de Exteriores respondía a las acusaciones estadounidenses asegurando que son el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) los que presionan a los diplomáticos rusos en EE.UU.

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