• Bernard Sanders, senador y aspirante a disputar las elecciones presidenciales de Estados Unidos con el apoyo del Partido Demócrata, durante un mitin en Oregón (noroeste), 11 de mayo de 2016.
Publicada: lunes, 16 de mayo de 2016 9:22

El aspirante demócrata a la Presidencia estadounidense Bernard Sanders denuncia que el Partido Demócrata elige a su representante a las presidenciales al margen del voto de los electores registrados en las primarias.

Los llamados “superdelegados”, miembros cercanos a la cúpula del Partido Demócrata, se decantan a voluntad por uno u otro aspirante, sin importar el apoyo popular que este reciba en las votaciones de primarias, explicó Sanders el domingo en un mitin en Kentucky (centro sureste).

“Hemos estado compitiendo con esta gente desde el primer día, pero ya entonces más de 400 superdelegados habían tomado su decisión y anunciaron que iban a votar por (la aspirante demócrata en cabeza) Hillary Clinton ¡antes de que ninguna otra persona se metiese en la carrera!”, denunció el senador de Vermont ante una entusiasta multitud de simpatizantes.

El veterano demócrata reconoció tener las cosas cuesta arriba para hacerse con la nominación de su partido frente a la exsecretaria de Estado, pero dice confiar en que los superdelegados cambien de voto en la convención del partido (que se celebrará entre el 25 y el 28 de julio).

Hemos estado compitiendo con esta gente desde el primer día, pero ya entonces más de 400 superdelegados habían tomado su decisión y anunciaron que iban a votar por (la aspirante demócrata en cabeza) Hillary Clinton ¡antes de que ninguna otra persona se metiese en la carrera!”, denuncia el senador de Vermont (noreste de Estados Unidos) Bernard Sanders.

La campaña del aspirante de Vermont, que se define como socialista demócrata —algo hasta ahora muy inusual en EE.UU.—, necesita conseguir el 65 % de los “delegados comprometidos” en las elecciones estatales restantes hasta esa fecha.

La razón de su confianza, a pesar de tan complicado panorama, es que las encuestas muestran a Sanders como “el candidato más potente para derrotar a Donald Trump” (el ya más que probable candidato republicano), dijo él mismo entre vítores y aplausos.

En todas las encuestas a escala nacional o de estado, explicó el senador, su facción recibe más apoyo que la de Clinton. Como ejemplo puso el estado de Georgia (sureste), que en principio no debería ser pro-Sanders, pero donde, según los sondeos para las presidenciales, Trump vencería a Clinton con una ventaja de 4 puntos, pero él se imponía al magnate neoyorquino por 5 puntos.

Hillary Clinton, exsecretaria de Estado de EE.UU. y precandidata demócrata en la elección presidencial de 2016, en un mitin en Nueva Jersey (noreste), 11 de mayo de 2016.

 

Esto se debe, explicó, a que tanto él como Clinton reciben mucho apoyo entre quienes se identifican con el Partido Demócrata, pero entre los independientes —“y hay muchos independientes en este país”, recalcó—, él es claramente favorito.

En el peculiar sistema estadounidense, los “delegados comprometidos” dan su apoyo a uno u otro aspirante en la convención de cada partido de acuerdo con los resultados de las votaciones de las primarias, pero los superdelegados pueden apoyar a cualquiera de ellos según su propio deseo (y el de las personas influyentes dentro del aparato del partido que los ha designado). Sin embargo, los resultados no son definitivos hasta la convención.

Sanders, por detrás de Clinton en número de delegados, ganó el martes las primarias de Virginia Occidental (este), una semana después de otra victoria más sobre la exsecretaria de Estado en Indiana (centro este), lo que le permite conservar alguna esperanza de convertirse finalmente en el candidato demócrata.

Sanders tiene ahora 1473 delegados comprometidos, contra los 2240 de Clinton, el 39,7 % y 60,3 %, respectivamente. Sin embargo, en número de superdelegados, Clinton extrema su ventaja hasta el 92,9 %, frente al exiguo 7,1 % de Sanders, hasta ahora.

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