“El peligro de una catástrofe nuclear, a mi juicio, es hoy día mayor de lo que fue durante la Guerra Fría (…) y, sin embargo, nuestras políticas simplemente no reflejan esos peligros”, indicó William Perry, exsecretario de Defensa de EE.UU.
El peligro de una catástrofe nuclear, a mi juicio, es hoy día mayor de lo que fue durante la Guerra Fría (…) y, sin embargo, nuestras políticas simplemente no reflejan esos peligros", indicó el exsecretario de Defensa de EE.UU. William Perry.
El exsecretario aseveró que EE.UU. y Rusia compiten por modernizar sus arsenales nucleares desde el fin de la Guerra Fría en 1991 y esta modernización le costará a EE.UU. 350 mil millones de dólares en la próxima década.
El coste, aduce Perry , no es, sin embargo, el aspecto más peligros, pero tal carrera armamentística, junto a la falta de cooperación y el aumento de las tensiones entre EE.UU. y Rusia, provocará una guerra nuclear.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, aseguró el 12 de diciembre de 2015 que Estados Unidos posee unas 200 bombas nucleares en Europa y advirtió de que el incremento de las operaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el continente verde desestabiliza militar y políticamente al mundo.
En este contexto, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) informó el pasado mes de junio que, a pesar del renovado interés internacional por el desarme nuclear, los programas de modernización de los Estados con armas nucleares (en particular EE.UU., Rusia, el régimen israelí, China, Francia, el Reino Unido, La India y Paquistán, entre otros) muestran que ninguno de esos países eliminará sus arsenales en un futuro cercano.
Estados Unidos es el único país del mundo que ha hecho uso de las bombas atómicas y sigue aumentando sus arsenales, aun cuando insiste en que desea un mundo libre de armas nucleares y prohíbe a otros países disfrutar incluso de la energía nuclear pacífica.
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