El 4 de Mayo de 1970, la guardia nacional y la policía irrumpían a balazos en el campus de la Universidad de Kent State, en Ohio, cuyo saldo fue de cuatro estudiantes asesinados y nueve heridos.
Su “crímen” era oponerse a la barbarie imperialista de Washington en su expansión de la guerra de Vietnam hacia Cambodia.
Miles de estudiantes y docentes se encuentran hoy en protesta indefinida en respuesta a los mismos horrores; pero esta vez en Palestina y de la mano del ente sionista y sus patrocinadores estadounidenses.
Dicen que la historia se repite, para justificar su ideología de terror, Israel masacró y persiste en su masacre de más de 40 Mil Palestinos y contando.
Mientras, los universitarios estadounidenses que se atreven a criticar este genocidio, son apaleados, torturados y puestos bajo arresto.
Es el régimen de la represión de Joe Biden. En Estados Unidos, uno puede criticar al gobierno, pero jamás se puede criticar al terrorismo israelí y sus tramas de colonialismo y corrupción.
Más de 2 mil estudiantes arrestados y más de 700 facultativos y docentes que languidecen en las cárceles o enfrentan serios cargos legales. Tal es el estado de la democracia y la libertad de expresión en Estados Unidos, una administración cómplice con el terrorismo de la entidad sionista.
Pero al mismo tiempo, este movimiento de sentadas estudiantiles ha promovido el levantamiento de alrededor de 130 campos en todo el país y el movimiento, a su vez, se ha convertido en algo global.
Marcelo Ali Sánchez, Washington
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