En un discurso ofrecido este lunes desde la sede del ente que preside, Blinken ha dejado claro que Washington seguirá ayudando a los estadounidenses que quieran salir de Afganistán, tras culminar el repliegue militar de las tropas norteamericanas del país centroasiático.
El alto funcionario ha dicho que un pequeño número de estadounidenses, “menos de 200” y probablemente más cerca de un centenar siguen en el territorio afgano.
En su alocución televisada, apenas unas horas después de que los últimos vuelos de evacuación hayan salido de Kabul, la capital afgana, el jefe de la Diplomacia estadounidense ha detallado los principales puntos de la política exterior de EE.UU. a partir de ahora hacia Afganistán, donde los talibanes han recuperado el poder después de 20 años, y ha señalado que se creará un nuevo equipo diplomático para llevar a cabo esta misión, eso sí, desde Doha.
Tras puntualizar que una eventual reapertura de la embajada estadounidense en Kabul dependerá del comportamiento que el grupo armado Talibán muestre “en las próximas semanas y meses”, Blinken ha aseverado que Washington “trabajará” con los talibanes, de cumplir con sus promesas.
“Cada paso que demos se basará no en lo que diga el Gobierno Talibán, sino en lo que haga para cumplir con sus compromisos”, ha subrayado, enfatizando que deberán ganarse “toda legitimidad y apoyo” de la comunidad internacional.
Conforme al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), el embajador estadounidense ante Afganistán, Ross Wilson, y el comandante de las fuerzas militares norteamericanas en suelo afgano, Chris Donahue, han sido los últimos en abordar este lunes el avión C-17, encargado de evacuar a las tropas de esta nación y poner fin a la presencia invasiva.
Talibán festeja salida de EE.UU. de Afganistán
Los talibanes proclamaron la independencia de Afganistán tras completarse las últimas salidas de las tropas de Estados Unidos del aeropuerto de Kabul tras 20 años de haberse iniciado la intervención militar que se dio bajo paraguas de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que, so pretexto de la lucha contra el terrorismo y deponder del poder a Talibán y dar respaldo técnico al Ejército afgano, invadió esta nación en 2001.
Pero, al final, resulta que no solo no lograron impulsar una victoria decisiva sobre este grupo armado, sino que han abocado a los afganos a sufrir una espiral de violencia por parte de las diversas fracciones del país con claros tintes de una guerra civil a toda regla.
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