Mediante una carta oficial dirigida este miércoles al presidente de EE.UU., Joe Biden, 32 ONG han pedido romper el estancamiento que impera con Irán y actuar para reincorporarse “rápidamente” al acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), firmado en 2015.
“Le escribimos para animarle a que cumpla rápidamente su compromiso de unirse al Plan Integral de Acción Conjunta, el acuerdo nuclear de Irán. Esta fue una de sus promesas más importantes e inequívocas durante la campaña [...] y una señal importante de que estaba preparado para alejar la política exterior de EE.UU. del unilateralismo imprudente y beligerante de [el exmandatario] Donald Trump”, se subraya en el texto.
Asimismo, en la nota expresan que les preocupa “el tiempo” que se está tomando en el período previo a las negociaciones formales. Por este motivo, urgen a Biden a que “se mueva lo más rápido posible para optar por la diplomacia con Irán y volver a unirse al PIAC”.
Conforme a la misiva, las 32 organizaciones sin ánimo de lucro reconocen la política de “cumplimiento por cumplimiento” del presidente estadounidense, pero señalan que Biden debe considerar que fue EE.UU. “el primero que violó el acuerdo nuclear” y, por lo tanto, afirman que sería “razonable” esperar que Washington tome, al menos, medidas simultáneas con Teherán para unirse al PIAC.
De igual modo, declaran que la postura de volver sin demora al acuerdo nuclear con Irán será desafiante debido a que existe una facción extremadamente bien financiada de exfuncionarios, activistas y miembros del Congreso de EE.UU. que “se oponen a la idea misma de la diplomacia y mucho menos a cualquier acuerdo con Irán”.
Tras la salida de Washington del PIAC, Irán esperó un año, dando una oportunidad al resto de firmantes del acuerdo para salvarlo. No obstante, ante la pasividad de la parte europea —Francia, Alemania y el Reino Unido—, empezó a reducir gradualmente sus compromisos nucleares.
Para Irán, el pacto nuclear solo puede salvarse si EE.UU. entra en acción, compensando sus errores anteriores, y si los signatarios europeos del acuerdo dejan a un lado su actitud de no hacer nada ante las infracciones de su aliado norteamericano.
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