El fiscal general de EE.UU. descartó el martes, en una entrevista, la existencia de pruebas sobre un supuesto fraude generalizado, como alega Trump, en las elecciones del pasado mes de noviembre.
Durante un acto en el Despacho Oval de este jueves, Trump ha rechazado las declaraciones de Barr y, al ser preguntado si sigue teniendo confianza en él, en respuesta, ha indicado que se le debe preguntar eso de nuevo dentro de unas semanas.
“Deberían estar investigando todo este fraude [...] y no han mirado demasiado, lo cual es una decepción, para serle honesto, porque hay un fraude masivo”, ha subrayado Trump, tras enfatizar que el asunto “es algo criminal”.
El todavía presidente de EE.UU. ha hecho estas declaraciones poco después de que el diario estadounidense The Washington Post informara de que Trump sigue “furioso” con Barr por sus declaraciones sobre el fraude y que, según fuentes oficiales, es posible que le despida.
De hecho, Trump está acostumbrado a despedir a funcionarios de alto nivel considerados insuficientemente leales y tras las elecciones presidenciales del 3 de noviembre ha destituido a varios miembros de su gabinete, entre ellos, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, por rechazar una retirada prematura de las fuerzas norteamericanas de la región de Asia Occidental.
El pasado 17 de noviembre también, despidió al supervisor electoral del Departamento de Seguridad de EE.UU, Chris Krebs, por rechazar la existencia de un fraude electoral en un informe que decía que “no hay evidencia de que algún sistema de votación haya eliminado o perdido votos, haya cambiado votos o haya de cualquier forma estado comprometida”.
El inquilino de la Casa Blanca, insistiendo en su teoría de una conspiración, aún no ha reconocido la victoria del demócrata, Joe Biden, y ha recurrido a argumentos, como el fraude electoral, o que llevará el tema de las elecciones a instancias judiciales para revertir los resultados a su favor. Sin embargo, hasta ahora, todas las acciones legales del republicano y de su equipo han fracasado en sus intentos por permanecer en el poder.
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