Una compañía israelí formada por exagentes del servicio de inteligencia de Israel (el Mossad), presentó a los miembros del equipo de campaña de Donald Trump (presidente de EE.UU.) su capacidad para influir en los resultados de las elecciones presidenciales de 2016 en EE.UU., la medida que atrajo la atención del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés).
Psy-Group además se hizo cargo de captar la atención de los partidarios del senador estadounidense Bernie Sanders para ponerlos en contra de la entonces candidata demócrata Hillary Clinton, según un artículo publicado esta semana en la revista estadounidense The New Yorker.
En este sentido, el artículo añadió que el fiscal especial estadounidense Robert Mueller examinó las actividades de la firma como parte de su investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de EE.UU; al respecto, Psy-Group cerró en febrero de 2018, cuando el equipo de Mueller comenzó a interrogar a los empleados, indicó el informe.
Un informe secreto de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) afirmó en diciembre de 2016 que Rusia había intervenido en las elecciones para aupar a Trump a la presidencia.
Al respecto, Trump anunció en reiteradas ocasiones que “no hay evidencia” sobre la coordinación de su campaña electoral con Rusia y además, las autoridades rusas rechazan tajantemente las acusaciones de injerencia en las elecciones de 2016.
Por otro lado, varias fuentes han revelado hace meses que la campaña electoral de Trump había pedido ayuda de compañías israelíes, sobre todo a Psy-Group, para ganar las elecciones de 2016.
En otra parte, el informe reveló que la empresa israelí trabajaba en difundir de forma encubierta mensajes para influir en la forma de pensar de las personas y en su comportamiento y tuvo en mira al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel (BDS) en los campus universitarios de EE.UU.
El artículo hizo referencia a una operación llamada Proyecto Mariposa financiada por una suma de 2.5$ millones que, como aseveró el artículo, tenía el objetivo de desestabilizar e interrumpir los movimientos “antisraelíes” desde adentro.
El movimiento BDS es una campaña global que busca aplicar presión financiera a Israel para obligarlo a cumplir con las normas según el Derecho Internacional, incluida la retirada de los territorios ocupados, la eliminación del muro de separación de Cisjordania y el derecho de retorno para los refugiados palestinos.
Así, los tres ejes principales de BDS son: ocupación, colonización y apartheid. La campaña no se dirige contra las ciudadanas y ciudadanos judíos, ni mucho menos contra los judíos del mundo (muchos judíos participan en el BDS, también dentro de los territorios ocupados), sino contra las instituciones que sostienen y financian las políticas de Israel en los territorios palestinos ocupados.
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