El portal israelí DEBKAfile ha publicado este viernes que la medida del inquilino de la Casa Blanca es una respuesta a la decisión de Moscú de finalizar el martes la entrega a Siria de varios sistemas antiaéreos S-300 y de adoptar medidas para potenciar las capacidades de guerra electrónica en el país árabe.
Los interceptores tierra-aire entregados por Rusia a Siria, así como la resolución de Moscú de bloquear el radar, la navegación y los sistemas de comunicaciones de cualquier avión que ataque objetivos en Siria desde la costa mediterránea podrían complicar las misiones ofensivas de los F-15 y F-16I israelíes.
Según DEBKAfile, Trump tomó la decisión después de consultas entre EE.UU. y el régimen de Tel Aviv sobre la “creciente amenaza” derivada supuestamente de los últimos pasos de Rusia contra los ataques aéreos de Israel a Siria. Los F-35 se extraerán de los escuadrones en servicio activo de la Fuerza Aérea estadounidense.
Además de informar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de la decisión de Trump, Washington ha notificado a los príncipes herederos de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Muhamad bin Salman y Muhamad bin Zayed Al Nahyan, respectivamente, que el primer escuadrón de los F-35 estadounidenses se enviará en breve a la base aérea de Al-Dhafra, 32 km al sur de Abu Dabi (capital emiratí).
Fuentes militares han indicado a DEBKAfile que la transferencia masiva de aviones furtivos estadounidenses avanzados a Oriente Medio busca mostrar la determinación de EE.UU. e Israel de mantener las operaciones contra Siria de la fuerza aérea israelí.
En este contexto, un miembro de la fuerza aérea israelí citado el miércoles por la agencia israelí de noticias Arutz Sheva ha dicho que el régimen de Tel Aviv usará los cazas F-35 para atacar el país árabe, en repuesta a la reciente decisión de Rusia.
Moscú decidió entregar los S-300 a las Fuerzas Armadas de Siria casi cinco años después de suspender ese suministro a petición de Israel. La decisión se adoptó como consecuencia del derribo de un avión de reconocimiento ruso Ilyushin Il-20 cerca de la costa siria, en la provincia de Latakia (oeste), del que Moscú culpa a los pilotos de cuatro F-16 israelíes que estaban operando en la zona.
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