“Tenemos un número determinado de instructores que ayudan al Ejército [ucraniano] a realizar preparativos según los estándares de (la Organización del Tratado del Atlántico Norte) OTAN, y su papel seguirá siendo el mismo”, aseguró James Mattis ante los periodistas.
Repitió que el papel de su país en Ucrania no está cambiando y que Rusia no tiene motivos para preocuparse por la decisión de la semana pasada de EE.UU. de suministrar nuevas armas a Kiev. Precisó, asimismo, que el número de instructores estadounidenses crecerá solo si aumenta el número de militares ucranianos que participa en los programas de formación.
El pasado 12 de diciembre, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2018, en la que se dedican unos 350 millones de dólares para ayuda militar a Kiev.
Tenemos un número determinado de instructores que ayudan al Ejército [ucraniano] a realizar preparativos según los estándares de (la Organización del Tratado del Atlántico Norte) OTAN, y su papel seguirá siendo el mismo”, según el secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos (Pentágono), James Mattis.
Según detallan medios de comunicación estadounidenses, la iniciativa incluye el envío de armas letales a Ucrania, como misiles antitanques Javelin, pese al conflicto interno armado que vive ese país y que, según estimaciones de las Naciones Unidas, ya ha dejado más de 10 300 muertos.
Entre tanto, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha manifestado su agradecimiento a Trump por el envío de armas letales para combatir la “agresión del virus ruso”.
Ahora habrá que ver cómo responde Moscú a esta nueva provocación norteamericana. De hecho, ya ha advertido de que la decisión de las autoridades estadounidenses conducirá a Ucrania a un “baño de sangre” y pondrá en peligro el “proceso de paz”, obstaculizando el cumplimiento de los acuerdos de Minsk.
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