El portal estadounidense The Intercept informó el martes que las propuestas para crear la red fueron desarrolladas por el fundador de la empresa militar estadounidense Blackwater, Erick Prince, así como por John Maguire, oficial retirado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y Oliver North, quien fue involucrado activamente en el escándalo Irán-Contra.
Los espías reportarían directamente al director de la CIA, Mike Pompeo, de acuerdo con los funcionarios actuales y anteriores de Estados Unidos, citados por The Intercept.
Un exfuncionario de inteligencia estadounidense –que tiene conocimiento de las propuestas– dijo al portal que Pompeo no confía en la “burocracia de la CIA”, por lo que una red mundial de espionaje es necesario para recopilar inteligencia que no se comparte con la Comunidad de Inteligencia estadounidense.
“Pompeo no puede confiar en la burocracia de la CIA, así que tenemos que crear algo que informe directamente a él. Es un brazo de acción directa”, afirmó la fuente a The Intercept.
Trump ha abordado en reiteradas ocasiones el tema de los “enemigos del Estado” durante su presidencia, afirmando que hay funcionarios en los departamentos y agencias que buscan socavar su Administración.
Según los informes, la red consistiría en un “Ejército de espías” en los países de todo el mundo, incluidos Corea del Norte e Irán. Ambos países han denunciado en reiteradas veces las actividades devastadoras de espionaje de EE.UU.
Pompeo no puede confiar en la burocracia de la CIA, así que tenemos que crear algo que informe directamente a él. Es un brazo de acción directa”, dice una fuente a The Intercept.
Dos exfuncionarios de alto rango de la Inteligencia estadounidense confirmaron a la fuente que Pompeo había “aceptado” el plan y está presionando a la Casa Blanca para que adopte la propuesta.
The Intercept también añadió que las personas involucradas en los planes han mantenido reuniones secretas con los donantes del Trump Hotel.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional ha asegurado que la Casa Blanca “no apoya y no apoyaría tal prepuesta”, y no puede encontrar “ninguna evidencia” de que las propuestas hayan sido consideradas por la Administración estadounidense.
La Comunidad de Inteligencia de EE.UU. es una federación de 16 agencias individuales que trabajan conjuntamente para llevar a cabo labores de espionaje. Las organizaciones miembro que forman parte de la Comunidad de Inteligencia incluyen a la inteligencia militar, agencias de inteligencia y a oficinas civiles de análisis-estadística e inteligencia estructuradas orgánicamente dentro de los departamentos ejecutivos federales.
La Comunidad de Inteligencia está dirigido por el Director de la Inteligencia Nacional que depende directamente del presidente estadounidense.
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